Padre Javier Perello
15/08/21 12:42 | Locales
En vísperas del Día del niño, el padre Javier Perelló compartió una homilía con la comunidad de la iglesia San José, en una misa muy especial debido a que los fieles celebran la Asunción de la Virgen María. Enfocándose en la niñez, recordó que lo que verdaderamente importa, es la infancia, porque es una etapa muy difícil de la vida, y hay que atenderla, generando los espacios para que los chicos y chicas puedan acercarse a Dios:
“Si un niño está feliz, Dios lo está”, explicó, “nunca debemos impedir que los niños se acerquen a Dios. El mejor regalo que podemos darle a su vez a nuestra madre María, ofrecerle la pureza la inocencia y la alegría de los niños. La virgen con eso está feliz”, expresó
El sacerdote prosiguió explicando que si bien Jesús subió a los cielos, se dice que “ascendió”, mientras en el caso de la Virgen María fue subida, llevada al cielo, y en ese caso hablamos de “Asunción”: Dios la subió al cielo, y Jesús subió él solo. Luego, intentó dar una respuesta a lo que significa amar: “Siempre que amamos a alguien, queremos que permanezca para siempre con nosotros. Por eso, al morir un ser querido, lo sentimos mucho. No queremos que se vayan nunca, y queremos que estén presentes, y que las podamos ver, tocar, abrazar, compartir cosas con ellas, reírnos y mirarnos. Y la asunción es un poco así. María, que amó a Jesús durante toda su vida con todo su corazón y toda su alma, y lo cuidó desde muy pequeñito, y nunca lo abandonó, en las buenas y en las malas. Y Jesús la amaba profundamente, por eso la llevó con él, para compartir, estar con él, en cuerpo y alma. Un milagro de Dios. Y para nosotros es una alegría, porque las cosas que se aman podremos volver a amarlas en cuerpo y alma, y vernos. Porque así como ella, también entraremos nosotros así. Y una madre nunca se desprende de sus hijos, y su amor no muere jamás, y cuando ella nos llame, nuevamente estaremos con ella y con Jesús. Cuando estemos allí, veremos a Jesús tal y como lo ve la virgen, y a la virgen tal y como la ve Jesús”
Que el señor nos regale la hermosa gracia de vivir amando, porque lo único que no muere nunca es el amor. Si procedemos así, entraremos al cielo, y veremos a María, a Jesús y a nuestros seres queridos tal y como los vemos ahora. Eso es lo que importa después de todo, porque tendremos una felicidad muy grande. El amor es lo que nunca muere” finalizó
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