La sangre sobre San Martín marca el lugar donde cayó muerto Eugenio Daniel Díaz, tras recibir seis b
19/01/14 14:11 | Zonales
Dos asesinatos a balazos se registraron en la noche del sábado con escasos minutos y cuadras de distancia, en el extremo sur de Rosario y en Villa Gobernador Gálvez. En ambos las víctimas fueron hombres y recibieron 6 y 4 impactos de bala respectivamente.
En el primero de los hechos registrado alrededor de las 20,30 personal de la subcomisaría 20ª acudió tras una comunicación al 911 a una zona rural ubicada a unos 150 metros antes del puente ubicado en San Martín y el arroyo Saladillo, en el extremo sur de Rosario.
En el lugar hallaron el cuerpo ya sin vida de Eugenio Daniel Díaz, de 31 años, quien presentaba dos heridas de bala en el tórax, una en el abdomen y tres más en el costado izquierdo del torso.
Según las primeras versiones recogidas por los investigadores, la víctima se dirigía de sur a norte llevando dos caballos, a los que cuidaba, cuyo propietario vive en cercanías de la cárcel de Piñero.
Hasta el momento se desconocen los móviles por los que Díaz fue atacado por un hombre que lo acribilló y huyó del lugar.
Cuatro tiros en Gálvez
El otro crimen sucedió en inmediaciones de San Diego y Caseros a unos mil metros del primero en una zona descampada a metros del arroyo Saladillo, según confirmaron fuentes policiales, y unos 15 minutos después.
En ese lugar circulaban en una motocicleta Honda XR 125, la víctima identificada como Héctor Luis Sosa, de 35 años, quien según confirmaron voceros policiales poseía numerosos antecedentes por delitos como tentativa de homicidio, tenencia de armas de guerra y amenazas entre otros, junto a su hermano Gustavo M.S., de 32. Ambos tenían su domicilio registrado en Colón 3781, de Rosario.
Según el relato del hermano de la víctima, quien sufrió una herida de bala en su mano pero se encuentra fuera de peligro, ambos regresaban de una carrera de caballos de las denominadas cuadreras llevando un equino y fueron atacados a tiros por desconocidos que salieron de atrás de unos matorrales. En ese momento en que Gustavo y su hermano cayeron de la moto al asustarse el caballo que acompañaban y comenzaron a huir en direcciones contrarias.
Minutos más tarde cuando se habían acallado las detonaciones de las armas de fuego Gustavo salió de su escondite tras unos arbustos y comenzó a caminar hasta encontrar la moto y a pocos metros el cadáver de su hermano, frente al 1555 de Caseros.
El muerto tenía cuatro impactos de bala en su cuerpo, en el ojo izquierdo, el cuello, detrás de la oreja derecha y en la zona dorsal. En el lugar del ataque personal de la comisaría 26ª halló vainas de proyectiles calibre nueve milímetros.
Efectivos de la sección Homicidios de la Unidad Regional II de la policía santafesina interviene en la investigación de ambos casos tratando de determinar si tiene algún tipo de conexión.
La Capital