Roxana Renzi, profesora de Yoga
22/09/21 13:59 | Locales
El vivero “Estación Verde” cumplió tres años y realizó un gran festejo en la localidad de General Lagos. Roxana Renzi es profesora de Yoga, y este año fue incluída para parte de este proyecto colectivo, y ahora da clases abiertas, para todo el público. Como ella misma explica:
“Estamos los lunes y los miércoles, porque son de diez a once alumnos, así que nos sentimos bárbaro. Este nuevo espacio nos encanta, porque es al aire libre, pero hay que adaptarse a los ruidos, al clima siempre. Nos pudimos adaptar rápido, tanto yo como las alumnas. Yo temía por las nuevas, las que no sabían nada de Yoga. Pero se aclimataron rápido. Seguramente se debe en buena medida porque la gente ya estaba cansada de la distancia social y del aislamiento. Lo presencial es otra cosa. Cuando uno se relaja con el canto de los pájaros, los aires y la naturaleza, respirando el aire puro es otra cosa. Y también la energía es diferente”.
Roxana participó en el festejo por el tercer aniversario, realizando una clase especial, pintando un mandala en macetas, a gusto de cada una: “Hicimos esta terapia, de pintar, de charlar y la mente estaba enfocada en eso. Esto hace muy bien para relajarse, para abrirse, y para encontrar paz. Se consigue con mucha práctica y a largo plazo”, expresó.
Más allá de la mente, con estas prácticas se mejora el cuerpo, los movimientos, la circulación de la sangre, la respiración. Todo ayuda, en todos los niveles: “En esto consiste el Yoga. A nadie se le exige hasta el nivel que puede. No más. Eso es el Yoga. Yo siempre les digo a mis alumnas, que la alegría es que se vayan mejor de cómo llegaron. A mí me encanta la profesión que he elegido, y aquí todas las instituciones me han ayudado siempre, y este vivero no es la excepción. Estoy muy agradecida y muy feliz”, comentó Roxana
Durante la jornada en el vivero, en el aire se podía respirar paz. Se podía percibir además allí la camaradería, el compromiso, la solidaridad, la armonía y la unidad. Esto es lo que necesita cada ser humano: “Compartir, charlar, vivir en paz y en armonía. Que el compañerismo pueda volver, y la normalidad, especialmente en este pueblo, en que la gente es muy familiar y está tan acostumbrada al contacto con el otro”
A estas clases de Yoga, ya comenzaron a sumarse chicas jóvenes. Ahora los grupos son mezclados. Los cupos están llenos. Pero, como explicó la profesora Renzi, está la posibilidad de armar otro grupo. Con otro horario otro día. Se pueden ir anotando quienes quieran, y en base a la cantidad, se llevaría adelante otro turno.
Andres Vallasciani