Padre Javier Perelló
26/09/21 11:36 | Locales
El padre Javier Perelló ofició una misa más en la Iglesia San José, y compartió con los fieles una homilía, referida a la necesidad de utilizar nuestros dones, talentos y regalos de Dios para mejorar, para crecer y para ayudar siempre a los demás, y no de malgastarlos mirando qué es lo que hace o deja de hacer el prójimo:
“Si no aprendemos a usar los ojos, las manos y los pies para hacer cosas buenas, entonces estamos perdiendo nuestros sentidos. Tenemos que hacer el buen uso para que nuestra vida tenga sentido. Nos regaló esto para hacer el bien, no el mal”.
Según prosiguió explicando el padre, había un hombre que expulsaba demonios en el nombre de Jesús, y los apóstoles notaron esto. Juan, un tanto celoso, señaló que hacía cosas buenas, pero que no era del grupo de ellos. Jesús lo corrige: “Si me busca a mí, no hace el mal. Pero me tiene que buscar a mí. Y nosotros tenemos esto de que no se puede hacer el bien fuera de nuestro grupo. Hay mucho de celo en eso, y siempre nos preocupamos por lo que hacen o no dejan de hacer los otros. En este sentido debemos reflexionar que con todo lo que él nos regaló, con todos los sacramentos, la misa, y la comunidades, las necesidades en la caridad y demás, no nos tendría que quedar tiempo para ver qué hace el otro. Hay que ponerse a pensar en todo el bien que se puede hacer, en lo que tengo a mano. El día que nosotros tengamos que estar delante de Dios, no nos va a preguntar si controlé a los demás, si no qué hicimos con todo el amor que él nos dio. Perdimos el tiempo mirando lo que hacen o dejan de hacer los demás. Corremos el riesgo de que toda esa riqueza se eche a perder, porque no las usamos”
Finalmente, realizó un llamado a la reflexión acerca de cuántas cosas buenas nos ha dado Dios, y qué estamos llamados a hacer, aunque el otro no se muestre comprometido: “Tenemos que tratar de hacer aquello para lo que estamos llamados y aplicar lo que hacemos con los dones, y no con los dones de los demás. Si nos enfocamos en todo el bien que podemos hacer, no nos enfocaríamos en los demás, y así transformaríamos mucho, ayudando siempre, y cansados y satisfechos, nos mantendríamos ocupados. De esto nos pedirá cuentas, y no de la vida de los demás”
Andres Vallasciani
