La Iglesia San José, entre la Fe, devoción y silencio
29/10/21 12:06 | Locales
La iglesia San Jose de General Lagos recibió con sumo agrado y con profunda devoción la llegada del Mitón del Padre Pio. La jornada y también la celebración se dieron en dentro del clima de una importantísima manifestación de fe, con la presencia de muchos fieles que se acercaron para contemplar, para reverenciar y también para pedir la intercesión de este gran santo.
El padre Javier Perelló, en la homilía, se refirió específicamente a esto tan importante: 'Esto era impensado hace años, y es para nuestro bien, como comunidad, y también individual. De hecho, de esto saldrán consecuencias, Sin embargo, Dios nos tenía presentes. Este hombre marcó una época, a la iglesia y a muchísima gente con su ejemplo y su enseñanza. El señor quiso que permaneciera de esta manera, y de esta manera aprendemos de él, además de su testimonio. Y eso es un acontecimiento de fe, y por eso nosotros nos alegramos con este regalo espiritual. Todo ocurre para bien de aquellos que aman a Dios, y es una bendición, y por eso tenemos que agradecer el entrar en la presencia histórica de este santo'
Morir es vivir para siempre, desde los antiguos cristianos, que se inclinaban por la santidad. Esto sigue ocurriendo. Esta visita también puede considerarse providencial, porque estamos en la novena de todos los Santos, es decir, que es una semana de santificación del pueblo de Dios: 'Nos llena de gozo este acontecimiento. Por algo se dan las cosas, y todo entra en el misterioso plan de Dios. A nosotros nos toca aprovechar y admirar. Más allá de las virtudes heroicas, y quien desea ser santo, hay un primer paso, una convulsión interior siempre. Sentimos en el corazón un deseo de ser distintos, aunque nos cueste mucho cambiar cosas nuestras, como el carácter o vicios encarnados en nosotros. Cuesta. Pero hay una parte nuestra que quiere ser distinta, y la experimentamos interiormente, donde nos conmovemos cuando pensamos en Jesús, en la virgen y en la vida de los nuestros. Por ejemplo, el asesino de Santa María Goretti, que siente el impulso de convertirse. Este es el primer milagro de la santa. El sueña que la perdonó'
Los vicios son necesarios para resplandecer y reafirmarnos en Dios, porque si él no arregla nuestra vida, no la arregla nadie. Por eso, la conmoción interior es fruto de la gracia, sin la cual no de puede pensar en la santidad. Si nos cuesta ser santos, mejor, porque le pedimos a él esto: 'La muerte es una puerta, un instante,, que me lleva a la meta. Los santos anhelaron el cielo, entre todos, y se convierten en divinos, en la naturaleza divina. Nosotros, aunque estemos en un momentos duros, y cuando sabemos que alguien cercano a nosotros va a partir, hablémosle al cielo, porque ahí están los santos junto a Dios, y ese es el lugar al que queremos ir'.
No pensamos en la santidad, porque vivimos muy para la tierra. Pero al morir todo eso se termina . Rodeados de distracciones, combatimos permanentemente, porque el mundo nos ofrece cosas que a veces nos distancian, nos vuelven fríos, materialistas, malos, egoístas: 'Combatir contra el mal es un pequeño paso hacia la santidad. Como en el evangelio de hoy, Jesús rechaza a los que decían que habían comido y bebido con él. Pero lo que hay que hacer es combatir el mal, no porque las personas sean malas, sino porque el mal arraiga en el corazón. Si doy mis pequeños pasos, Dios me concede la gracia para renovar. Le vamos a pedir esto, por intercesión de San Pío, que sigue intercediendo con su grandiosa sencillez, bondad y grandeza de humildad. Pero no hay que intentar ser como ellos, sino mirar a Jesús siempre, porque es la perfección misma'
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