Padre Javier Perelló
14/11/21 11:31 | Locales
Todas las cosas aquí en la tierra acaban. Se terminan. Desde lo más simple a lo complejo. Para el cristiano, se abre una dimensión nueva luego, que es la eternidad, y esa es la dimensión de la Fe que se profesa. Lo que viene después de la vida terrenal, es uno de los grandes interrogantes de la humanidad. En una de sus homilías, el padre Javier Perelló nos invita a reflexionar sobre esto: “Muchas veces, cuando pasan cosas negativas en el mundo, aparecen muchas cosas anunciando cosas apocalípticas, incluso dando fechas. Se afirma como termina y de qué manera. En esta navidad, tenemos que pensar que todo se renueva, porque entra Dios, que empieza a hacerse lugar y a tomar posesión de todo aquello. Hace nuevas todas las cosas. La vida está por encima de todo, del mal y de la muerte. Vuelve a recrear todas las cosas, y los mismos pasará con la creación, y esta es una verdad de Fe. Creemos en la eternidad, pero no podemos entrar con pánico, como hacen esas personas catastróficas. A todas las personas que le ponen fecha de vencimiento al mundo les decimos que están en un gravísimo error”
La iglesia condena la afirmación de los que pretenden saber el día y la hora en que acabarán las cosas, porque el mismo Jesús, claramente, afirmó que nadie conoce el día ni la hora. En relación a esto, ejemplificó la situación: “como un papa con un niño, que espera calmar a su niño, Dios nos consuela a todos, diciéndonos que hará las cosas nuevas, pero no sabemos cómo y cuándo. Y por más que todo se caiga, todo lo renovará. Si un padre no asusta a un hijo, tampoco Dios lo hace con las personas. Como hijos que confían en su papá, así debemos esperar en él, sin desesperar”
Las cosas terminan, incluso la vida de cada uno de nosotros puede hacerlo en cualquier momento. El evangelio, según afirmó el sacerdote, nos invita a vivir como hijos más que como creyentes atemorizados: “Aunque pase el cielo y la tierra, su palabra no pasará. Para los cristianos esta es una verdad que nos debe calmar, no asustarnos. Él buscará el modo, y no debe haber miedo por pensar la forma y el día. Pidámosle que nos de esta gracia, porque siempre pasamos tribulaciones, pero debemos confiar en él, como hijos que sabemos tendrán una buena respuesta”
Andrés Vallasciani