Padre Javier Perello
16/01/22 11:41 | Locales
'Jesús y María estaban invitados a una fiesta, en esa hermosa boda. Lo primero que vemos es que han sido invitados. La enseñanza que nos deja esto es que Dios es capaz de alegrarse con el hombre, participando de su gozo, comiendo y compartiendo como uno más, siempre que sea sano. Un Jesus que se queda, que se pone contento por la unión y la buena noticia. También vemos a una mujer que participa en la boda y que esta atenta a las necesidades de los demás, y decide ayudar desde la oración. Tiene un hermoso gesto acudiendo a su hijo para que auxilie en la necesidad. Sin ponerse a protestar, sin decir nada más, sabe a quién debe acudir para socorrer. Esta es una enseñanza para toda la vida, en los momentos buenos y malos. Rezar como lo hace ella, no con desesperación, sino con Fe. Insiste porque sabe que que él podía, aunque no había llegado su hora. Si creemos que nos escucha, podremos hacerlo. Acudir a él con un corazón dispuesto, esto jos muestra como debe ser nuestra vida espiritual. Que el señor nos regale esta hermosa gracia, para que podamos recurrir a él en cualquier circunstancia, a su sagrado corazón'
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