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25/05/14 19:15 | Locales
Una nueva edición del clásico de la zona tuvo lugar esta tarde en General Lagos. El equipo local, golpeado por lesiones y por ausencias de peso, no puede mantener el nivel que mostró en gran parte del torneo pasado, donde llegó a jugar las semifinales. Llegó al clásico con 8 unidades, 2 más que su rival, Club Atlético Juventud Unida (CAJU), que está penúltimo en la tabla de posiciones.
El Rombo saltó a la cancha con un 4-3-1-2, en el arco como de costumbre estuvo Borelli, la línea de 4 también salió de memoria con Leiva, Cipollone, Benedetti y Heinzmann; en el mediocampo Tognetti se encargó de la contención, Villagra jugó por derecha y Ramallo por izquierda; Miranda se ubicó como enganche y los delanteros fueron Verón y Silenzi. Quedó a la vista que el DT apostó a un equipo que maneje la pelota por abajo e intente doblegar a su rival desde el juego asociado, ya que los dos delanteros titulares tienen buen pie pero carecen de juego aéreo.
Ambos equipos salieron a ganar, no hubo lugar para especulaciones, y en este primer tiempo Libertad intentó asociarse pero lo consiguió apenas unas veces, mientras que acercaba mucho peligro con pelotas detenidas por las subidas de Benedetti, Cipollone y Heinzmann. A su vez CAJU intentaba buscar con balones largos a sus delanteros, que fueron neutralizados por la dupla central local.
A los 20' de la primera etapa, el Rombo llegó con un centro al área de CAJU que fué cabeceado y rebotó en el brazo de un defensor de, por lo que el árbitro no dudó y cobró penal (minutos antes se produjo una situación similar que el juez juzgó casual y dejó seguir), quien asumió la responsabilidad fué Silenzi, cruzó el remate y estampó el 1-0.
El resto del primer tiempo se jugó bajo la misma tónica. El local intentaba hacer rodar la pelota pero no lo lograba, y el visitante no podía prosperar con sus envíos aéreos.
Para la segunda parte, Gigli decidió mandar a la cancha a Piccoli, dejando en el banco a Villagra y así Ramallo se corrió a la derecha, ubicándose Piccoli por la izquierda. En este período, las ocasiones no tardaron en llegar. Excelente desborde de Verón eludiendo a dos rivales y centro atrás para Miranda que pifió el remate, lo que hubiese significado prácticamente una sentencia al partido. Minutos después el que se salvó fue Libertad, tras varios rebotes.
El Rombo había perdido la pelota, pero CAJU no lastimaba. La excelente labor de toda la defensa de Libertad (especialmente Heinzmann y Benedetti) echaba por tierra cualquier intento visitante, tanto por abajo como por arriba. Sin embargo, a los 17' de la segunda mitad se produjo un quiebre en el partido, ya que Ramallo le aplicó un golpe sin pelota a un rival y vió la roja. Producto de esto, Fernández saltó a la cancha para volver a conformar una línea de 4 en el medio, relegando a Verón fuera del partido.
CAJU iba cada vez con más gente, y Libertad se metía cada vez más cerca de su área. Silenzi quedó como único delantero y no pudo conectar ningún contragolpe, ya que los defensores, en superioridad numérica, lo controlaron. Ya sobre el final del partido un jugador visitante tuvo un entredicho verbal con el árbitro y se fué expulsado.
Se jugaba tiempo adicional y Libertad acariciaba un nuevo triunfo en el clásico, pero un envío aéreo de CAJU rebotó en la mano de un defensor local y el árbitro cobró el segundo penal del partido. El diez del equipo visitante se encargó del mismo y lo ejecutó muy bien poniendo cifras definitvas al partido, 1-1.
Quedó tiempo únicamente para que uno de los jugadores de CAJU hiciera gestos obscenos a la hinchada local (bajándose los pantalones). El línea se percató de la situación y la informó al juez, que lo expulsó correctamente.
Se escapa una nueva chance para el Rombo, que queda demasiado lejos de los puestos que clasifican al Reducido y no encuentra respuestas futbolísticas.