Se escapó en el final
20/07/14 18:54 | Locales
Dolor, bronca y desazón. Esas son las palabras que grafican el sentimiento de cada uno de los hinchas del Rombo que se acercaron a presenciar el importante encuentro ante Unión. Empatar, en la previa, no hubiese sido visto con malos ojos: el rival venía puntero e históricamente es de los equipos más sólidos de la Liga; pero el desarrollo del partido hacía presagiar otro final, un desenlace victorioso para acercarse al Reducido.
El equipo salió con: Borelli; Ramallo, Cipollone, Benedetti, Heinzmann; Verón, Tognetti, Alderete (80’ Tuccoli), Miranda (4’ González); Caceres, Silenzi (70’ Herrera). Miranda se retiró lesionado a los pocos minutos de comenzado el partido por un fuerte golpe en su rodilla.
La mano empezó cambiada para Libertad, cuando un volante de Unión capturó un rebote de una pelota detenida y sacó un derechazo inapelable para poner al equipo de Arroyo Seco arriba en el marcador, a los quince minutos de la primera mitad. A partir de allí el Rombo tomó el control de la pelota, y aún con ciertas imprecisiones, se fue arrimando al arco rival. El empate llegaría también tras un rebote de una pelota parada, que capitalizó Heinzmann, teniendo sólo que empujarla. Esto no sería todo en la primera etapa: Tognetti sacó un fuerte remate que complicó demasiado al arquero de Unión, que la dejó servida para que Verón saque un centro atrás y un defensor rival la meta en su propia valla. Iban 35 minutos y Libertad pasaba al frente. En líneas generales el Rombo controló bien la pelota, pero varios errores defensivos pudieron haberle costado muy caro.
Comenzó el segundo tiempo y el equipo de César Gigli planteó un escenario combativo, de poco juego y mucha marca, con el objetivo de cuidar la ventaja. Unión llevaba la pelota hacia adelante, sin profundidad, y el Rombo machacaba de contra. En una de esas contras, a los quince minutos, llegó el tercer tanto del equipo local: buen desborde de Silenzi y centro para Verón, que la paró y sacó un remate fuerte contra el palo para hacer estallar a la hinchada.
El equipo visitante no tenía profundidad y carecía de ideas de juego. Atacaba con pelotazos largos y buscando la segunda jugada. El local se fue quedando sin piernas y lo pagó caro. El ingreso de Lastorta para manejar las pelotas paradas en Unión terminó siendo decisivo: tras una segunda jugada de un córner, llegó el descuento a los 35 minutos. Y cuando el partido se moría un nuevo centro encontró algún rebote en el camino y se metió. Tres a tres y mucho castigo para un Libertad que desperdició varias contras y no pudo dormir el partido, pero no todo terminó ahí: en la última jugada del pleito, a los 51 minutos de juego, un tiro libre del Rombo fue cabeceado por Benedetti, pero la pelota caprichosamente rebotó en el travesaño y se perdió afuera.
Al final del encuentro hubo incidentes de la hinchada local con el árbitro, por su mal desempeño. En el primer tiempo obvió un codazo de un jugador visitante y no lo penó siquiera con amarilla, sin embargo la gran polémica fue un offside sancionado cuando el partido estaba 3-1 en una contra del local, en la que Herrera se iba para quedar mano a mano con el arquero.
Un párrafo aparte merece la actuación de Borelli, que tuvo intervenciones importantes para mantener a su equipo en ventaja durante prácticamente todo el partido.
Ahora el Rombo deberá esperar que Talleres y San Lorenzo no ganen sus partidos, ya que de esa forma lo superarían, y que tampoco lo haga Mariano Moreno, para que no se le escape en la tabla de posiciones.