Rosario es una de las ciudades del país que más parejas extranjeras del mismo sexo eligen para casar
10/09/14 12:29 | Zonales
Rosario es una de las ciudades del país que más parejas extranjeras del mismo sexo eligen para casarse. Pero el mérito, de hecho, es sobre todo nacional, ya que Argentina es el único Estado del mundo que, además de autorizar el matrimonio gay, no exige residencia previa a los futuros contrayentes, por lo que los novios pueden pasar por el Registro Civil pocos días después de haberse bajado del avión o el colectivo. Desde que se aprobó la ley de matrimonio igualitario, hace ya cuatro años, una docena de parejas optaron por casarse en la ciudad y la número 13, dos chicas venezolanas, esperan su turno para el 6 de octubre próximo. A algunas se les reconocerá el nuevo vínculo legal en sus países de origen, pero no a la mayoría, por lo que la decisión no sólo pasa por “cumplir un sueño”, sino también por protagonizar un “gesto político”.
En el 2012 fueron cuatro las parejas del mismo sexo extranjeras que optaron por casarse en Rosario. El año pasado, tres, oriundas de Ecuador, Colombia y Venezuela. En lo que va del 2014, cinco ya contrajeron matrimonio y una está por hacerlo el próximo mes: dos de ellas llegaron de Venezuela, una de Paraguay y otras dos de Bolivia.
De hecho, Rosario fue la primera ciudad del mundo en celebrar un matrimonio igualitario de extranjeros: fue el de Simón Cazal y Sergio López, dos activistas paraguayos que dieron el sí en marzo del 2012.
Ese enlace, autorizado por una resolución del Registro Civil provincial, puso fin a una larga controversia sobre los requisitos en torno al domicilio que debían cumplimentar las parejas que desean casarse. A partir de esa medida, previo un simple trámite y con un plazo de estadía no menor a 96 horas en Santa Fe, cualquier pareja del mundo, igualitaria o heterosexual, puede contraer matrimonio en una oficina local.
Y después de que la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans lo reclamara a gritos, aparte de Santa Fe actualmente pueden celebrarse estos matrimonios en Tierra del Fuego, provincia y Ciudad de Buenos Aires.
Vidriera. “Siendo que el matrimonio igualitario es un bien escaso en el mundo (sólo hay 14 países que lo autorizan, pero ninguno lo permite entre turistas sin residencia previa u otros requisitos), ese casamiento tuvo una fuertísima repercusión a nivel mundial”, afirmó el presidente de la federación, Esteban Paulón, lo que reafirmó a Rosario como una ciudad especialmente amigable para ese colectivo.
De hecho, la titular del Area de la Diversidad Sexual del municipio, Noelia Casati, aseguró que se siguen recibiendo consultas para formalizar nuevas uniones, “simplemente porque las parejas quieren cumplir con el sueño de casarse que les está vedado en sus lugares de origen” y también como un acto de militancia.
Porque después de contraer matrimonio en Rosario, “cuando vuelvan a sus países, seguramente intentarán que se les reconozca su nuevo estado”, en un “gesto simbólico pero sobre todo político”.
Y como las parejas no tienen por qué estar residiendo con anterioridad en la ciudad para poder pasar por el Registro Civil, la tramitación de los pedidos que les llegan vía mail corre a cuenta de la gentileza del Area de la Diversidad.
En todo el país ya son más de cien las parejas igualitarias que llegaron sólo para casarse, contó Paulón, incluso ciudadanos estadounidenses a cuyos novios (o novias) latinoamericanos no se les otorgó permiso de residencia ni el llamado “waiver”. Y al volver a Estados Unidos, ya casados en Argentina, lograron que se les reconociera su nuevo status.
“Se busca aprovechar todas las grietas legales”, abundó el dirigente, para recordar que otros países, como Italia e Israel, admiten el casamientos de sus ciudadanos en el extranjero, con lo que el enlace igualitario cobra valor.
Entonces la ley argentina aparece como una tabla salvadora, ya que Estados que reconocen el matrimonio gay, como España, requieren no menos de seis meses de inscripción en el padrón de residentes.
La Capital