Facebook, Twitter, constituyen herramientas a través de las cuales un número importante de personas
10/06/15 12:49 | Ciencia
Bajo la premisa que si algo es importante —un cumpleaños, una actividad— seguro que Twitter o Facebook nos lo harán saber, el consumo de contenidos para muchos pasa primero por el filtro de las redes sociales. Así, los usuarios revisan cotidianamente su cuenta y se enteran de qué hablan las personas a las que siguen y se hacen rápidamente una idea de lo que está pasando.
A esta manera de interactuar, que genera conocimiento a partir de la interacción colectiva, el investigador estadounidense Nova Spivack la denominó una extensión del cerebro o metacorteza. 'La metacorteza es como un agregado externo a nuestro cerebro, que funciona parecido al cerebro. Esa idea la encuentro alucinante y se contrapone a la noción de que las redes sociales están llenas de ruido y que hay puras estupideces. Cada uno construye su camino', opina Ignacio Rodríguez, investigador chileno, consultor y profesor de medios digitales.
Según un artículo del diario chileno El Mercurio, el cerebro está constituido por millones de células, neuronas, interconectadas entre ellas dando lugar a una red neuronal de gran tamaño y cuyo lenguaje y función biológica da cuenta, por ejemplo, de propiedades como la conciencia, el aprendizaje, la memoria. 'No es raro, entonces, que consideremos las redes sociales, internet, por ejemplo, como una analogía de cómo nuestro cerebro está constituido', plantea el doctor en neurociencia y académico de la Universidad Católica de Valparaíso Adrián Palacios.
'Facebook, Twitter, constituyen herramientas a través de las cuales un número importante de personas logra comunicarse en sincronía dando cuenta del estado local o global de la sociedad frente a un fenómeno o evento en particular. El cerebro hace lo mismo a través de la comunicación que se establece a través de una extensa red de neuronas. Logran posicionarse como sensores de la temperatura de la sociedad. Quizás un buen nombre podría ser metaurbanismo, el cerebro de la sociedad', agrega.
El término metacorteza tiene unos cinco años y prosperó poco con ese nombre, pues al menos desde el punto de vista de Rodrigo Alfaro, doctor en matemática y fundador de la empresa Analitic (dedicada al análisis de estos datos), 'puede que sea muy biológico, incluso filosófico. Muy Matrix', dice.
Alfaro, que ha desarrollado sofisticadas herramientas de análisis de contenido de lo que las personas dicen en las redes sociales, cree que desde el punto de vista científico 'esta idea se relaciona con el concepto de la informática de inteligencia colectiva. Existe sinergia entre distintos sistemas, entonces cuando uno sabe algo y otra persona sabe algo, en conjunto se puede resolver mejor un problema. Se produce un cierto desorden, pero además se potencian todos'.
Otro concepto que destaca Alfaro es el 'crowdsourcing' (abastecimiento colectivo), que no es otra cosa que acudir a las masas para resolver dudas en busca del 'crowdwisdom' (sabiduría colectiva).
¿Será que no podemos abstraernos ya de lo que nos dice internet a la hora de tomar decisiones? 'Creo que sí, pero, como en todo, podemos tomar o buenas o malas decisiones. La gente se deja llevar muchas veces por la información que ve, aunque no sea cierta. La conciencia o la percepción o el análisis deben considerar eso', termina Alfaro.
La Capital