León Gieco+Infierno 18 cerraron su recital al filo de la medianoche, mientras los asistentes hacían
20/08/13 21:02 | Zonales
Durante casi diez horas ininterrumpidas, once mil personas colmaron el salón Metropolitano en una de las muestras de solidaridad que seguramente más se recordarán en la ciudad.
Es posible que la respuesta del Festival Fuerza Rosario por los damnificados de la explosión del 6 de agosto pasado en Salta 2141 haya sido proporcional al dolor que causó la tragedia, donde hubo 21 víctimas fatales y 138 familias se quedaron sin hogar. Tan fuerte fue la adhesión a la convocatoria que cuatro mil personas se quedaron afuera, sin poder ingresar al recital por el que desfilaron bandas y solistas de primer nivel, sin cobrar absolutamente nada.
Lo recaudado por el festival, que se destinará íntegramente a los damnificados, llegó a 445.180 pesos, por lo que sumando las donaciones en la cuenta que la Fundación Ciudad de Rosario abrió en el Banco Municipal y el partido solidario de ayer, los aportes superan ya los 920 mil pesos.
Desde que se abrió la venta de entradas en la boletería de Metropolitano, el arribo de personas fue incesante. En tan sólo tres horas se vendieron 1.300 entradas, que se sumaron a las compradas durante los días previos hasta llegar a casi once mil.
Una cola de varias cuadras rodeó al salón del shopping Alto Rosario, primero para conseguir tickets y luego para ingresar al propio festival. Familias con chicos, parejas jóvenes y grupos de amigos buscaron rápidamente un lugar cerca del escenario. A las dos horas, en el salón no quedaba un lugar y cuatro mil personas no lograron ingresar a pesar de todos sus intentos.
Los artistas que acordaron cumplir las primeras presentaciones del festival llegaron temprano y se asombraron de la convocatoria del encuentro.
La emoción no aflojó un segundo y desde que empezó el festival cada uno de los grupos y solistas fue pronunciando palabras que tocaron la sensibilidad del público. Abajo del escenario todo parecía sentirse a flor de piel, incluida la mística de la música, capaz de despertar un paradójico, pero innegable, clima festivo. Como en cualquier recital.
FUENTE: LA CAPITAL