Escuela de Taekwondo Baek Ho Tigre Blanco
22/02/21 12:58 | Locales
Juan Ignacio Franzi es el profesor de Taekwondo del Club Atlético Libertad de General Lagos, y brindó su opinión sobre el auge que atraviesan las artes marciales actualmente, expresando su deseo de que esto siga siendo así para todas las escuelas, y de que cada vez más estudiantes se acerquen a aprender, principalmente por el aspecto espiritual y filosófico, que se aprende en las escuelas, pero que es tan necesario en estos tiempos, para la vida cotidiana: “Estoy convencido de que todos somos alumnos. Cada uno transmite lo que aprende. Cuando uno pone en práctica la parte filosófica y espiritual, se llega a ser una persona íntegra y honorable, dentro y fuera, en la vida cotidiana. Si alguien se apega a cualquier arte marcial de cualquier país, estoy convencido de que será una persona íntegra, que promueva el respeto y la paz. Si se rompe el respeto, generaremos un conflicto. Tratamos de apoyar cualquier evento, aunque no podamos estar presentes, y no importa el estilo, la federación, o como se quiera llamar. Hay que ayudar, porque si realmente hay buen maestro y buena enseñanza, y se apega a estos principios fundamentales, sus alumnos serán iguales”.
La escuela Baek Ho Tigre Blanco, en la que enseña y se forma Juan Ignacio, implica llegar y aprender del otro, más allá de que uno sepa más o menos. Nadie nace sabiendo, y siempre se tiene algo que aprender: “Yo llegué como cinturón blanco, en Arroyo Seco, en Unión, con mi profesor Adrián Cristofani. Me encontré con un mundo nuevo. Ejercicios, técnicas, tácticas, y cosas espectaculares, de un mundo oriental y nuevo que choca mucho con el occidental. Lo fundamental es aplicarlo en el entorno, porque si un profesor sabe algo y no lo enseña, se encierra en su egoísmo y no sirve. Debe volcar todo. Eso nos enseñaron a nosotros. Gracias a todos los que fueron enseñando, nosotros aprendemos este Taekwondo tradicional y deportivo que estamos transmitiendo ahora”.
Por otro lado, existe hoy en día, el mito de que las artes marciales son violentas por naturaleza. Pero esto no es así siempre. Al contrario, “Muchos maestros se encargan de difundir la parte histórica, y eso es una tarea ardua y dura, porque es mucha teoría, pero hace falte. Todo tiene la parte filosófica, histórica y deportiva. Son materias, y cada uno se dedica más a una u otra cosa. Queremos, en esta escuela, dar una enseñanza integral, porque para todo te hacen falta al menos tres vidas”.
El profe Juan se mostró sumamente contento por la alta convocatoria, y con el crecimiento de la escuela en general, en todas sus ramas, porque ante todo sostuvo que son como una gran familia, que incluye a todas las edades y franjas etáreas: “Nos gustaría entrenar todos juntos, y poder confraternizar, ser una familia. Juntarnos, no importa dónde. Es a partir de los seis años, y desde ahí no hay límite. A pesar de todos los problemas de la vida cotidiana de cada uno, la asistencia es prácticamente perfecta, entrenan, transpiran, y dejan a un lado sus problemas, como debe ser”.
El entrenamiento es sumamente duro, y muy exigente. A nadie se le regala nada. Si algo no sale, se persevera hasta que se logra superar, para poder rendir e ir escalando en lo que son los cinturones, porque si no, no tiene sentido: “Las clases siempre son muy distintas, y tratamos de variar, con lo que a uno le enseñan. Entrenamos las técnicas una y otra vez, pero desde diferente ángulo y metodología, porque tratamos de buscar la perfección, aunque nunca se termina de lograr. Por suerte, podemos siempre trabajar muy bien”
Hay un miedo recurrente al rebrote y también a que todo tenga que volver a detenerse, en otro durísimo golpe a la continuidad en las prácticas. Los torneos, si bien se tienen en cuenta a la hora de entrenar, no se están concretando, y todas las escuelas se encuentran a la espera de poder volver a competir: “Vamos a ser positivos, de tener una gran libertad de tener algo firme, un horizonte, para poder seguir entrenando y dándole a la formación de todos”.
Las clases de esta escuela son sumamente recomendables, porque la formación es muy estricta, tanto en lo físico, como en lo espiritual y en los valores, educando a verdaderos campeones de la vida y de lo cotidiano. No se promueven rivalidades entre clubes, porque la misma escuela funciona hoy en Arroyo Seco, en el Club Unión, a cargo de Adrián Cristofani, y en General Lagos, en el Club Atlético Libertad, a cargo de Juan Ignacio Franzi. No hay fanatismos ni divisiones, sino una idea de unidad, en una misma familia, que abre las puertas para todos los que quieren acercarse y probar”.
Debido al gran auge de las artes marciales, pero especialmente del taekwondo, se habilitaron nuevos horarios en el Club Libertad, lugar en el que se entrena; martes y jueves a partir de las 18 los menores de 12 años, y mayores de esa edad, a partir de las 19 hs.
Andrés Vallasciani