Padre Javier Perelló
18/07/21 12:23 | Locales
El padre Javier Perelló brindó ofició otra santa misa en la iglesia San José de General Lagos y la homilía que brindó a la comunidad trató sobre el compartir, y también sobre rescatar siempre lo bueno y lo positivo en cada experiencia con los demás:
“Pasaron muchas cosas, pero compartieron lo bueno y se mostraron felices con eso. La enseñanza es muy buena, sobre todo para los adultos, porque uno a veces con los problemas que lo abruman, pasa el tiempo, y vive encerrado, mal y amargado, y se olvida de compartir las cosas buenas. Siempre compartimos las malas, los problemas que tenemos. Y como a todos nos pasan malas, y exponemos esas, nos cansamos y dejamos de frecuentarnos y de compartir. Jesús nos invita hoy a aprender a compartir lo bueno”
Hay que aprender a compartir, al final del día, lo positivo y lo bueno de la vida y del trato con los demás, aunque cueste: “siempre nos pasan cosas. Y tenemos muchas malas, pero también es cierto que nos acostumbramos a esa dinámica de contar lo malo. Y lo bueno alegra el corazón. Como los padres y las madres no le quieren transmitir la carga negativa a los niños, así debemos intentar que sea siempre. Aprender a compartir las cosas buenas para alegrar el corazón, en cosas sencillas de todos los días”.
Además, el padre Javier remarcó la importancia de un buen descansar: “Si uno no descansa, se enferma, se enoja, pierde la paciencia, la fe, pelea, se duerme, y sobre todo le empezamos a hacer la vida difícil al otro, con nuestras chinches, mal humor, injusticia y peso al otro. Y dejamos de compartir porque estamos cansados. Muchas veces nos cuesta reconocer esto. Es necesario para la salud del alma y del cuerpo. Por eso Jesús les dice que descansen, luego de que le cuentan las cosas buenas, para poder seguir ayudando después. Un ejemplo de esto es cuando se trabaja mucho, con todo el sacrificio, lo cual está bien y es necesario, pero muchas veces descargamos esto en los demás, especialmente en los hijos, con los esposos y esposas. Inconscientemente es así, porque estamos cansados. Y la culpa no la tenemos nosotros, ni Dios, sino todos, porque hemos generado un mundo en el que debemos vivir a un ritmo que no podemos tolerar, lamentablemente”
Hay que tratar de rescatar siempre lo positivo, contarlo, y también descansar, porque si no, se afecta no solamente a uno mismo, si no a los demás: “Uno termina tan cansado, abrumado y triste, que no da lugar para compartir nada. Por eso es muy importante esto. Descansar y compartir cosas lindas. Esto nos permitirá vivir un poco mejor, regenerarnos y estar más tranquilos, ante tantas cosas negativas que vivimos. Nuestro cuerpo, nuestro físico y nuestra mente tienen límites, y a veces no podemos llevar bien las cosas y afectamos a los demás. Los que están al lado nuestro a veces dan señales de cansancio y de malestar, y en ese caso está muy bueno poder decirle que baje un cambio, que se relaje y descanse, sin dejar de vivir obligaciones y responsabilidades, porque lo necesita y así no perjudica” Finalizó, pidiéndole a Dios que nos permita con su gracia mejorar en este aspecto cada día, para poder mejorar nuestra calidad de vida y vivir más felices.
Andres Vallasciani