Yanina Merelli junto a su entrevistador, Andrés Vallasciani
27/11/19 15:42 | Locales
Yanina Mennelli, es la concejala electa para Ciudad Futura de la ciudad de Pueblo Esther. Lleva a cabo un proyecto agroecológico, de manera constante y pareja. Un trabajo que comenzó en la asamblea de Pueblo Esther por la vida, de no a los agro tóxicos. Ahí un cambio importante. La gran repercusión que tuvo esta iniciativa, rápidamente se extendió afuera de Pueblo Esther, como es el caso de Ismael, un productor local que cultiva productos ecológicos, libres de contaminación química. Como él mencionó en alguna ocasión, Yanina fue quién lo introdujo en esta práctica ecológica. Ella lo mencionó: “Yo quedé en contacto con Ismael, porque es muy interesante el proceso que realiza. El producía en Pueblo Esther en un pequeño campo, con vecinos que formaban parte de la asamblea, que vivían en frente y estaban preocupados por lo que se fumigaba enfrente de sus casas. Se pusieron en contacto con Ismael, y él les dio eso que le vendían para curar al producto. Abrió la mochila, le dio lo que estaba tirando, para que estos fueran y lo analicen. Muy generoso, en seguida entendió que no le preguntaban de mala voluntad, sino porque estaban preocupados por la salud de sus hijos. Después él no pudo producir más en ese predio, y seguía produciendo en otro predio en Pueblo Esther, por calle Oroño. Zona de quintas, con arreglo económico complejo para él como trabajador. Luego se puso en contacto con la asamblea, y organizamos con una red de técnicos en agroecología, sobre todo una red de agrónomos, que se forman desde hace quince años en esto, que no los forma la facultad de ingeniería, y nos ofrecieron muy gentilmente hacer un taller de manejo agroecológico del suelo. Cuando nos ofrecieron en dónde hacerlo, lo hicimos en Pueblo Esther. Ismael estuvo de acuerdo. Esto fue en el 2017. Entonces comenzó a aplicar esas técnicas, con otros productores de la zona. Comenzó a hacer agroecología en Pueblo Esther, en el marco de un programa que la provincia largaba. El problema es que las condiciones de alquiler eran muy duras, porque le renovaban el alquiler cada seis meses. No podía tener el tiempo necesario para cultivar la tierra, que necesita un preparado especial para poder lograr el saneamiento ecológico”.
Yanina realizó un gran trabajo, digno de una gran referente, que junto con la asamblea, han logrado poner este tema, tan difícil y urticante, en agenda. Con respecto a esto, expresó que “Ya está comprobado que lo que ingresa en nuestro organismo, si está envenenado, trae complicaciones de diferentes órdenes, hasta las enfermedades. Cuestiones que hay que transformar desde el alimento también. Además, en esta zona, tenemos el privilegio de tener producción de verduras muy cerca de nuestras casas, por lo cual tenemos que apostar por una alimentación mucho más saludable y una de las claves es esa. Está demostrado por todo tipo de estudios: las aguas, los suelos, las verduras que llegan al mercado en concentración altísima de agro tóxicos y agroquímicos. Algunos prohibidos. Hay que hacer una transformación en el modelo, y es más urgente hacerlo con los alimentos, y paulatinamente hacerlo como los granos que se exportan. ” Hay un mercado semanal para los productos sin agroquímicos.
Los domingos por la mañana se consiguen. Los productos que no se fumigan tienen un distintivo de un sello que es provincial, y otros productos también están en un proceso de transición. En realidad, el precio lo pone el mismo sello, para que no se desprecie el trabajo de los productores, pero depende de muchos factores: no necesariamente son más caros; hay más manos de obra, pero también necesitan menos insumos.
Andrés Vallasciani
